Crónica: Black Oath + Riti Occulti + Manzer en la Sala King Kong, Zaragoza


¡Una maravilla! Si no fuera porque me encanta contaros las cosas con detalles, con estas dos palabras podría describir perfectamente el concierto que vivimos el pasado domingo en la zaragozana Sala King Kong. Una noche llena de magia, buenísima música y este ambientazo especial que sólo los hermanos y hermanas del Metal saben crear y que da bastante más alas que ciertas bebidas altamente sobrevaloradas…


Debido a un error en el horario del evento publicado en Facebook y del que hasta el último minuto nadie se dio cuenta (en vez de las 9 de la noche, los organizadores pusieron las 19,00 como la hora del inicio de concierto), a eso de las 18,45 empezaron verse por la zona las primeras camisetas negras. Al llegar a la sala nos informaron del error y no quedaba otra que esperar un poco, pero la espera valía la pena con creces y no parecía afectar demasiado a los asistentes, yo al menos no tuve constancia de ninguna indignación ni nada por el estilo. (Hecho que demuestra que a la gente que suele hacer las cosas bien, se les perdona un error sin necesidad de montar una revolución). Así que empezamos la velada tomándonos unas cervecitas y disfrutando de buena compañía mientras el equipo de la sala y los músicos (quienes, de hecho, llegaron a la sala con cierto retraso sobre la hora prevista), hacían todo lo posible para terminar cuando antes las preparaciones. Pasadas las ocho y media pudimos posicionarnos delante del escenario y el concierto empezó unos minutos antes de las nueve.

Ya sabéis que, por varios motivos, (entre ellos su espectacular sonido) me encanta la sala King Kong, y esta vez hasta su decoración sobria y oscura hacía de marco perfecto para los sonidos de doom, black, stoner, death y thrash metal.

La velada la abrieron los Franceses Manzer, un grupo formado por tres musicazos: el guitarrista Hylde, el bajista Fearann, también encargado de deleitarnos con su voz, y Shanxul  llevando el mayor peso vocal de los temas, mientras tocaba la batería (cosa que no sólo a mí, sino a la mayoría de los bateristas que conozco, nos parece una hazaña harto difícil). Abrieron con Open The Portal y la veloz Torment Of The Strix, dejando claro que un trío es más que suficiente para levantar pasiones entre el público. Las revoluciones no bajaron en absoluto en Prowler From Hell, seguido por Terroir Squad, tema en el que empezamos a flipar fuerte con el bajo al darnos cuenta de que aparte de hacer su papel habitual, prácticamente no tenía nada que envidiar a cualquier guitarra rítmica. ¡Brutal la técnica y la soltura de Fearann! Para los que no conocéis al grupo, os cuento que muchos de sus temas tienen este encantador tufillo a thrash sucio de los Venom de los años ochenta y que nos gusta tanto a los de la vieja escuela.

El bolo seguía con la coreable Prepare Your Soul To Die, Brut Dau Loubatàe y Màetre è Cunpagnum. El incansable Shanxul en perfecto español nos explicaba las letras de los temas y contaba algunas anécdotas (como la de que su primera frase en nuestra bonita lengua fue “Me cago en la virgen del Pilar”), provocando varias carcajadas entre el público.

Tiempo para la maidenesca y capaz de enamorar a cualquier metalero trve Hard Metal Jackhammer, con unos riffs y solos fantásticos donde Hylde se lució a lo grande, seguida por la brutal Manzer que casi impide creer que en el escenario hay sólo 3 personas. Y para terminar ¡Sorpresón! Wasted Years en versión más thrasher que escuché jamás y donde Fearann vocalmente se vino arriba que daba gusto.

Tremendo bolazo de los Manzer, me dejaron con ganas de más y enriquecieron mi lista de los bajistas más impresionantes que había visto en directo en transcurso de mi larga vida.




Unos cambios rápidos y dimos la bienvenida a los italianos Riti Occulti. El grupo está formado por Serena Mastracco (voz grave),  Elisabetta Marchetti (voz limpia),  Niccolò Tricarico (bajo),  Francesco Romano (batería) y Giulio Valeri (teclado). Después de la intro empezaron con Adonai I. Una puesta en escena espectacular y música que transporta a lugares muy lejanos y oscuros del Universo, nos hizo disfrutar desde los primeros segundos. También nos dimos cuenta que estamos ante otro grupo muy particular, ya que carecen de guitarrista. Y os aseguro de que en ningún momento se echa en falta ningún instrumento. Su potente doom/stoner/black metal con elementos psicodélicos y de folk oriental se apodera de tu alma y sólo puede dejarte llevar por su magia y belleza. Tiempo para Aurum, seguida por la escalofriante Beri’ah y la en gran parte instrumental Desert Of Soul con impresionante solo de Serena en el bouzouki (espero no equivocarme de nombre del instrumento, si es así, os ruego corrección). Cuando sonaron Assiah y Adonai IV, servidora se encontraba con los ojos cerrados y flotando en un mundo paralelo… Si a estas alturas alguien me hubiera preguntado por mi nombre, seguramente no sería capaz de responderle con cordura. ¡Impresionante el poder de la música de los Riti Occulti! Las voces de las chicas forman un conjunto hipnótico, impecable la técnica de Serena y la voz de Elisabetta parece del otro planeta. Es uno de los grupos a los que cada amante del género que se precie debe ver en directo al menos una vez. Y estoy segura de que en la mayoría de los casos con una vez no terminará la cosa… Aparte de la originalidad de la propuesta y la perfecta ejecución de los temas, se puede apreciar la química entre los miembros del grupo, cosa que hace el show aún más especial.


Volviendo a la tierra, a Zaragoza y a sala King Kong, nos faltaba por ver y escuchar Alcycone y I’m Nobody, otros temas llenos de magia y misticismo. Estoy segura de que después de este pedazo de bolo, el grupo deja varios fans nuevos en nuestra ciudad. Y sospecho que a algunos el “shock” les habrá durado varios días y no descarto que el grupo pronto sonará en una de nuestras radios locales favoritas ;-) (“Peeerooo ¿Qué está pasando en Italia?” fue la frase repetida varias veces a lo largo de la velada por nuestro amigo de Cuerdas De Acero). ¡Y lo que está pasando es que tienen ahí unos músicos que valen un imperio!






Después del cambio de la decoración del escenario (¡aparecieron hasta unas velas!) y unos cuantos ajustes técnicos, llegó turno de los Black Oath con su “repertorio maldito". El grupo lo forman: A. Th (bajo y voz), Bon R. (guitarra), Gabriel (guitarra) y Chris Z (batería). Subieron al escenario con caras y hombros manchados con algo como hollín y algunos con maquillaje oscuro de los ojos. Me encantó el momento de concentración durante unos segundos antes de empezar a tocar, de espaldas al público. Sólo pude ver  la cara de Chris y fue una imagen digna de plasmar en un cuadro. No cabía duda que una vez más nos espera encuentro con mucha, y muy potente, magia. Empezamos  por mis temas favoritos: Wicked Queen y Witch Night Curse, para mi lo suyo es estilo Black Sabbath 2.0 y aquí chapó para el grupo porque los sabatthianos son climas muy difíciles de crear sin caer en la trampa de pura imitación y ellos los crean de una forma magistral, embrujando y haciendo disfrutar al público. Seguimos con tenebrosa Death As Liberation (pelos como escarpias ahí, amigos) y Healing Hands Of Time con sus riffs pegadizos y momentos muy setenteros. Unos arreglos especiales de los temas Horcell the Temple y Drakon It’s Shadow Upon Us nos hicieron presenciar unos momentos muy mágicos y volvimos al impresionante último álbum con To Below And Beyond. La sala estaba bastante llena y el público disfrutaba a lo grande y cada persona a su manera. La música de Black Oath te permite decidir si prefieres headbangear a lo loco o vivirla de una forma más calmada e introvertida. Todo vale ahí.
Con The Black Oath y Obsessed By Moonlight, entre grandes aplausos llegaba a su fin el impresionante bolazo y casi no pudimos creer que esto ya es todo y que toca vuelta al mundo real. Lo que vivimos fue magia pura y ojalá pronto podamos presenciar algo similar.









Gracias a Equinox Discos por traernos estos tres grupazos a Zaragoza y al equipo de la sala King Kong por su gran aporte en crear este ambiente tan especial que reinó durante toda la velada. Y un abrazo especial para José, el mago de sonido ¡Eres el mejor y no me cansaré de repetirlo!

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