Reseña: Sickroom - The Dualism.

Después de siete años afilando sus garras desde su último trabajo discográfico, por fin llega a nuestras manos lo nuevo de Sickroom. Tras su reciente fichaje por Blood Fire Death, la banda de Tortosa vuelve a la carga con un nuevo EP de seis temas en los que demuestran que no han estado perdiendo el tiempo desde aquel LP, titulado That Killing Silence, de 2010. La banda, formada por Vila (voz), Sam (guitarra), Alex (guitarra), Elio (bajo) y Frances (batería), se nos presenta con una marcada evolución en su sonido, que juega entre las vertienes modernas y clásicas del Death Metal, con grandes influencias del Deathcore como The Black Dahlia Murder o Whitechapel, así como los primeros At The Gates entre otros. El disco contiene momentos de total agresividad, sin dejar de lado algunos breves detalles melódicos y jugando con ritmos y voces diferentes que aportan un grado de dinamismo a algunos temas que así lo requieren.



Para este regreso a la actividad discográfica, Sickroom han tirado la casa por la ventana, a lo loco, sin reparar en gastos, y por ello han contado con Mario Patiño y Edgar Beltri, de los estudios La Atlántida de Barcelona, para la grabación y mezcla del EP. La masterización ha corrido a cargo de Brad Boatright en los estudios Audiosiege de Portland, Estados Unidos. Con todo esto, los tarraconenses han conseguido generar un sonido potente e incisivo, que harán pasar un buen rato a cualquiera que se anime a arrimarle la oreja a este Dualism.


Ya en la inicial Rivers Of Blood vemos como la experiencia y madurez como banda de Sickroom se van a plasmar en sus nuevas canciones. El primer tema de The Dualism se nos presenta como un corte cambiante, con diferentes ritmos a lo largo de su estructura para el lucimiento de todos sus componentes en esta primera toma de contacto. Seguimos adelante y nos encontramos con Red Eclipse, en el que el bajo de Elio cobra mucho protagonismo, marcando bien el ritmo y luciendo virtudes en un tema que se muestra feroz en todas las notas que lo componen. A continuación viene uno de mis cortes favoritos, Taste My Flesh, que sigue repartiendo buena carnaza a base de unas guitarras que, cuando no te aplastan como si se te cayera un muro encima, se te clavan como cuchillos. Es maravilloso. The Secret, con buenas dosis de melodías dignas de la escuela sueca, y Quinta Essentia, machacona, con aires a los Black Dahlia Murder, nos llevan al final del disco que llega con Xalera Fosca, un trallazo cargado de furia y buenos ritmos, que van variando a lo largo de su composición.

Sickroom han regresado con un disco intenso, con guiños tanto a la escena clásica como moderna del Death Metal, más tirando hacia esta última, y aún nos han dejado con ganas de más. Al menos, para saciar el apetito de material de esta buena gente de Tortosa, tenemos una dosis de seis temas, cerca de media hora, en la que riffs afilados, ritmos rápidos y voces entre técnicas y agresiva se despachan a gusto con nuestro cuello. Sickroom plasman aquí la experiencia y la madurez adquiridas en sus trece años de carrera como banda y cumplen por todo lo alto. 

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